Llevas meses aceptado nuevas políticas de privacidad sin leer ni una. Subes fotografías a Instagram, publicas tus gustos y tendencias políticas en Twitter, compartes los recuerdos de tus vacaciones en Facebook y charlas por WhatsApp. Te bajas aplicaciones por doquier en el móvil y consultas temas a diario en Google. Y todo eso lo haces sin pagar ni un céntimo. Un poco raro, ¿no? ¿Te has parado a p...