¿Las cartas forman parte de su obra o es preferible destruirlas antes que dejar pistas para la posteridad de los secretos develados a sus destinatarios? En el caso de Andrés Caicedo (Cali, Colombia. 1951–1977) el asunto se multiplica puesto que, hasta el viernes 4 de marzo, el día de su suicidio, el escritor no dejaría de comunicarse, con un afán sin tregua, a través del refugio de la corresponde...