Joan no tiene sentimientos, es fría y congela con su mirada a cuantos la rodean. Demasiada frialdad para tan poca edad, pero su padre, lord Swinnerton, conoce bien a su hija. Tras su altanería se esconde algo que con los años aparecerá ante los ojos de Edgar, quien la observa desde niña. Ella ignora dónde nace el amor, si en el corazón, en el alma o en los sentimientos, porque jamás ha sentido nad...