Kim y Emma están predestinados, pero todavía no lo saben. Ella vive en Nueva York y, antes de dar el gran paso y casarse con su novio de toda la vida, decide ir a pasar un verano a la vieja Europa, a París para empezar, y después ya veremos. Él vive en Barcelona y decide irse a París, huyendo de problemas familiares. Todo parece indicar que se encontrarán en la ciudad del amor, pero todavía tienen...