Un ensayo para revincularnos con el mundo que habitamos.
Eso que llamamos alimento es muchas veces un co-mestible sin historia, una semilla que tiene dueño, una tierra arrasada, un cuerpo explotado. ¿Queremos de verdad comer esto? Quizás, porque somos eso, porque fuimos moldeados para estar desvincuados del impacto que tiene lo que comemos. Un impacto que nunca es individual: todo lo que nos suce...