Colombia es sumamente brillante, auténtica y única. Sin embargo, falencias que constituyen su estructura y cuyos efectos siguen en vigor impiden su verdadero progreso. No es la mala suerte, ni mucho menos la divina providencia la causa de nuestras desdichas, sino la historia misma, el cauce por el que transita el devenir de la maltratada América desde que llegó Europa.Así, un viaje que comience en...