Existimos en un mundo vertiginoso que poco tiene que ver con el lugar ideal que imaginamos para vivir. El contexto se asemeja a una gran ola que nos arrastra, exigiéndonos una adaptación rápida a cambios violentos, sin darnos demasiado margen para reflexionar o detenernos a pensar. Sin tiempo ni espacio para preguntarnos sobre el modo en que vivimos y lo que realmente necesitamos para ser felices,...