«El vuelco de su naturaleza le llevaba de una languidez extrema a una energía devoradora [...]. Era entonces cuando de pronto se apoderaba de él el afán de la caza y su brillante facultad razonadora ascendía al nivel de la intuición, hasta el punto de que aquellos que no estaban familiarizados con sus métodos buscaban apoyo en él como en un hombre cuyos conocimientos no fueran los de los demás mor...