«Mientras me revolcaba en el gramado retorciéndome de dolor, yo recordaba que Tronquito no solo traía intenciones de malograrme, sino que se despicaba porque Elisa, siendo jimbeña, me hacía mucha barra y sobre todo porque a la entrada del pueblo, ella, saliéndosede la fila de los que eran nuestros hinchas, se acercó y me dio un beso en la mejilla, diciendo: -Te deseo suerte, Cholito.»
Cholito vuel...
«Mientras me revolcaba en el gramado retorciéndome de dolor, yo recordaba que Tronquito no solo traía intenciones de malograrme, sino que se despicaba porque Elisa, siendo jimbeña, me hacía mucha barra y sobre todo porque a la entrada del pueblo, ella, saliéndosede la fila de los que eran nuestros hinchas, se acercó y me dio un beso en la mejilla, diciendo: -Te deseo suerte, Cholito.»
Cholito vuel...