En el extremo austral de América, el inmenso páramo fueguino, con mares color pizarra, ciénagas de turbio carmesí y bosques azotados por el viento, permanece tan espectacular y excitante como cuando fue descubierto. La zona, dividida entre Chile y Argentina, también es bella y agreste. En la parte chilena hay poblaciones rudas, aislados ranchos de ovejas y una sucesión de bosques, lagos y montes a...