Todo el mundo reconoce a Rembrandt, Mozart y Freud pero pocos saben quienes fueron en realidad. Han quedado cautivos de su fama, y se les suele llamar genios porque su creación constituye un enigma. El tiempo les ha concedido la inmortalidad pero no fueron dioses ni héroes, sólo seres humanos con extraordinarias cualidades, con una férrea capacidad de trabajo, con una diamantina fe en el esfuerzo,...