Nos prometieron —nos prometimos— que llegaríamos al Bicentenario como un país distinto. Un país mejor. Un país soñado. Pero después de las múltiples crisis del 2020, se ha puesto en duda que seamos, incluso, un país. El año previo al Bicentenario demostró ser uno de los más duros de nuestra historia. Una pandemia tiró abajo la economía, desató el caos político y se llevó, antes de tiempo, a decena...