Cuando Horacio iba envejeciendo y reflexionaba sobre su vida, llegó a la conclusión de que había sido irreprochable porque había sido querido por sus amigos: carus amicis. El corazón de este libro es la amistad, el único sentimiento generoso, y el único verificable. Un hombre bajo el hechizo de la desgracia: a ese hechizo hoy día lo llamamos depresión nerviosa. Lo que los amigos intentan es deshec...