Carmilla dedicó más tiempo que nunca a consentirme. Se regodeaba en mi enfermedad con una pasión que crecía a diario en la medida en que mi fuerza y mi espíritu se debilitaban. Me alarmaba esa momentánea manifestación de locura.”Carmilla, Sheridan Le Fanu (1872). Epítome de la seducción y la lujuria, el retrato de las mujeres vampiras parece oscilar entre el de la criatura perversa y licenciosa, ...