Con sus peñascos, icebergs y frailecillos, la provincia más oriental de Canadá –e históricamente la más rebelde– flota en un mundo propio maravilloso. La isla, que se ha movido a su propio ritmo durante mucho tiempo, conserva un huso horario diferente (media hora por delante del continente) y un dialecto cantarín (el Dictionary of Newfoundland English ofrece la traducción).
• Empinar el codo, pers...