Aun cuando la vida de Tsvietáieva está marcada por la tragedia, su poesía es extraordinariamente vitalista. “No amo la vida como tal, para mí comienza a significar algo, esto es, a tener sentido y peso, sólo transfigurada en arte”, confiesa la poeta rusa. Para ella, la poesía es una celebración de la vida, movida por el amor, una serie de transfiguraciones del yo del poeta, estructurada en ciclos ...