El nombre de Phnom Penh no puede evitar evocar una imagen de lo exótico. Los resplandecientes chapiteles del Palacio Real, las ondeantes túnicas de color azafrán de los monjes y su exquisita ubicación a orillas del poderoso Mekong: desde la distancia, esto forma parte de las fantasías acerca de Asia. La capital de Camboya puede ser un ataque a los sentidos. Las motos circulan ajenas a los peatones...