Una narrativa intensa que propone en cada aventura un quiebre.
Juan Kreimer no narra lo que vive en modo road movie sino existencial. En cada aventura hay un quiebre. Su tanto ir hacia lo inesperado resulta una forma de apoderarse del mundo en sí mismo, o peor: para sí mismo. A donde vaya, se le repite y lo persigue como algo pendiente, algo aún por comenzar y que al mismo tiempo parece terminado....