BEST SELLER INTERNACIONAL
«Querría que mis lectores se relajaran y siguieran la historia sin tomar notas, ni sentirse obligados a recordar nombres y fechas. Les prometo que nunca se los preguntaré.»
Ernst H. Gombrich estaba firmemente convencido de que, con las palabras adecuadas, a un niño inteligente se le podía explicar el más complejo de los conceptos. Acababa de leer un libro inglés de Histor...