Vivimos en un mundo dividido. Miremos donde miremos, nuestras mentes cuadriculadas trazan líneas fronterizas.
Es propio del ser humano clasificar, discriminar y enmarcarlo todo en un pensamiento binario: blanco o negro, luz u oscuridad, ellos o nosotros. Este instinto de ordenar y categorizar erosiona nuestra capacidad para ver la variedad infinita de colores que definen el mundo. En lugar de rela...