Chloé va camino a su escuela como todos los días. Aunque necesita sus lentes para ver bien, decide quitárselos justo en el momento de subir a su autobús. El conductor le parece un poco raro y también las señoras que van en él, pero es hasta que llega a la que debería ser su parada, que se da cuenta de que ¡subió a la ruta equivocada! No es la 66, sino la 666. Como la ven perdida, las brujas decide...