Tras su primer encontronazo con un videojuego que lo atrapó, Jesse ha jurado que no volverá a acercarse a ninguno… Pero todo cambia cuando su amigo Mark necesita su ayuda. Y a Jesse no le queda más remedio que volver a entrar en un juego. Pero esta vez es incluso peor, porque Jesse es invisible. Y eso complica todavía más las cosas… En esta ocasión, no le quedará más remedio que perseguir al bigfo...