¡En guardia! Ese fue el grito de Bebe al desafiar al destino y a la enfermedad que se llevó sus brazos y piernas.
La historia de Beatrice Vio (o Bebe, como le dicen de cariño) tuvo un comienzo lleno de luz. A los cinco años de edad descubrió que su pasión era la esgrima. Más tarde llegó la sombra de la enfermedad: una grave meningitis hizo que le amputaran brazos y piernas. Con apenas once años, p...