«No, no he salido, señor Presidente, ya ve que estoy aquí. Le agradezco una vez más el permiso especial, de veras excepcional... él también se emocionó a más no poder, nunca hubiera creído que obtendría, cuando la solicitó, la autorización para entrar en la Casa, para venir a por mí», se excusa la mujer amada, y cuenta entonces la razón que le ha llevado a desaprovechar ese inaudito permiso único ...
«No, no he salido, señor Presidente, ya ve que estoy aquí. Le agradezco una vez más el permiso especial, de veras excepcional... él también se emocionó a más no poder, nunca hubiera creído que obtendría, cuando la solicitó, la autorización para entrar en la Casa, para venir a por mí», se excusa la mujer amada, y cuenta entonces la razón que le ha llevado a desaprovechar ese inaudito permiso único ...