Por sorprendente que resulte, la similitud fonética de la lengua japonesa y la española es tan grande que su aprendizaje resulta más fácil de lo que podríamos pensar en un primer momento. Además, su gramática es una de las más sencillas del mundo y en ella apenas existen excepciones.
Quizá, la tarea más difícil sea acostumbrarse a la lectura y la escritura de los caracteres que provienen del chino...