Muchas son las razones por las que merece la pena asomarse al pasado: conocer la historia despierta la curiosidad, nos invita a pensar, a hacernos preguntas y nos ayuda a comprender mejor el mundo en el que vivimos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Pero con demasiada frecuencia nos cuentan la historia como si se tratara de una película que no vimos. Una aburrida sucesión de datos, fechas y gr...