"No es la pierna el problema, es tu cabeza, Lina —dijo lentamente—. Puedo hacerte una radiografía ahora mismo. Los ligamentos, músculos y huesos de tu pierna estarán normales —dijo en un intento de tocar mi pierna. Me moví con rapidez para quedar lejos.
—¿Qué? ¿Dices que estoy loca? —comenté irónica para luego pararme e ir en busca de mi vestido.
—No, digo que te castigas por lo que pasó —relató...