La Iglesia y el Estado han vuelto a sonreírse.
La religión ha recuperado protagonismo en la vida política de México. El responsable de ese fenómeno es el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese a declararse juarista, el primer mandatario ha difuminado, como ninguno de sus predecesores, la frontera entre lo que es de Dios y lo que es del César: llegó al poder aliado con un partido de origen re...
La Iglesia y el Estado han vuelto a sonreírse.
La religión ha recuperado protagonismo en la vida política de México. El responsable de ese fenómeno es el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese a declararse juarista, el primer mandatario ha difuminado, como ninguno de sus predecesores, la frontera entre lo que es de Dios y lo que es del César: llegó al poder aliado con un partido de origen re...