María Teresa Campos echa la vista atrás con la serenidad que da la edad y la sensación del deber cumplido y se pregunta para qué perdió el tiempo con algunas personas y, sobre todo, con algunos hombres. ¿Mereció la pena? ¿Es el amor tan importante y tan satisfactorio como nos venden?
Porque, no se confunda el lector, la autora no reniega del amor maternal, ni del filial, ni del amor a Dios. Tampo...