En una época lejana, antes de que la historia avanzara penosamente sobre las colinas y destrozara el presente y el futuro, antes de que el viento agarrara la tierra por una esquina y la despojara de su nombre y de su carácter, antes de que Amal naciera, una pequeña aldea del este de Haifa vivía pacíficamente de los higos y las olivas, con las fronteras abiertas y bajo la luz del sol. Así se inicia...