Cuando una persona sufre una pérdida amorosa, su cuerpo se comporta de manera muy particular.
La reacción que ocurre en el cerebro es similar a la que tiene lugar cuando alguien se fractura un hueso, al activar las mismas zonas cerebrales. Por eso, se generan dolores y sensaciones parecidas.
Este libro es una invitación a superar los fracasos afectivos. Con su estilo particular, lleno de comprensi...