Los amigos de Alex Saab no se explican cómo un tipo tan común y corriente de aspiraciones modestas y sin ninguna pasión, aparte del amor por sus hijos, se convirtió en el chacal financiero internacional de la revolución bolivariana. En una ciudad de personajes célebres, gente ingeniosa y jaranera como Barranquilla, Saab hizo lo posible por pasar inadvertido. Pero un día que lo perdió todo buscó re...