Cuando en 1880 se planteó en la legislatura porteña la cesión de la ciudad de Buenos Aires para que fuera convertida en sede de las autoridades nacionales, Leandro N. Alem afirmó con palabras proféticas que la concentración del poder político en la ciudad más grande y rica de la Argentina sería negativa para el país en su conjunto.
Tras superar con esfuerzo la pesada herencia de su padre, miembro ...