Es 1840 y varios cimarrones y libertos del Cauca se han unido al ejército de Los Supremos en espera de respaldo a su propia causa: la abolición de la esclavitud. Pero Nay de Gambia, negra que administra la lechería y la huerta de una de las haciendas del judío Ibrahim Sahal, está convencida de que la verdadera libertad no se adquiere a través de la ley. Para ella, la única forma de alcanzarla es r...