Ad fontes aquarum es una obra envolvente y sensitiva, de gran carisma, vigor incipiente y calidez de sentimientos. Sobre ella aletea el universo del símbolo para escapar de la angostura de una visión prosaica de la vida, para elevar el alma y despertar en esta el noble sentimiento de lo estético, que conduce a la armonía de la verdad. Con un hábil manejo del lenguaje y diestra facilidad en el empl...