En el siglo vi d. C., Oriente Próximo estaba dividido en dos grandes imperios: el romano y el persa. Cien años después, el romano ya no existía y el persa había quedado fragmentado. Esta época en declive, caracterizada por las pugnas territoriales y religiosas, abrió camino al origen, forja y triunfo de un nuevo imperio global y, con él, una nueva religión universal: el islam.
El reconocido escrit...