Todavía se me altera el pulso al recordar
aquellos cálidos días de verano. Me sentía una aspirina en
plena efervescencia erótica, aunque lo cierto es que buscar a una profesional no entraba en mis planes por muy de moda que estuviera
Pretty Woman.
Bueno, teníamos quince años y en esa época, a falta de un coche para ...