Lo imaginado se hace real cuando el lector lo acepta.
Orden y caos, estímulo y pasión. He ahí los puntos cardinales del vigésimo octavo libro de Pedro Sevylla de Juana.
Veinticuatro relatos, unos premiados, otros integrados en selecciones internacionales, aprovechan los más la riqueza narrativa de la novela. Escritos con sangre e hidromiel toman de la vida su enseñanza. Adinerados, nobles, señor...
Lo imaginado se hace real cuando el lector lo acepta.
Orden y caos, estímulo y pasión. He ahí los puntos cardinales del vigésimo octavo libro de Pedro Sevylla de Juana.
Veinticuatro relatos, unos premiados, otros integrados en selecciones internacionales, aprovechan los más la riqueza narrativa de la novela. Escritos con sangre e hidromiel toman de la vida su enseñanza. Adinerados, nobles, señor...