Salvaré a mi marido:
"—Lo que no me explico, mamá, es cómo van a vivir contigo.
—Lo he decidido así. Prefiero tener a mi enemigo cerca, que lejos. Así sabré mejor lo que piensa y lo que decide.
—¿Está Susan de acuerdo?
La dama miró a su hija mayor, severamente.
¿Y qué remedio le queda? —gritó, un tanto exasperada—. ¿Con qué dinero cuenta para poner un piso aparte? Ni él tiene un chelín...