El caciquismo no comenzó en tiempos regeneracionistas, pero fue entonces cuando se acuñó como uno de los “males de la patria” que aquejaban a la España del momento, con un imperio derrotado y su futuro puesto en duda. Hoy, es probable que algunas de las formas bufas del caciquismo —adulteraciones de censos, pucherazos, compras de votos, votos de muertos, “partidas de la porra”— nos hagan sonreír y...