¡Vaya día! Mario no recordaba otro igual. Ella le había dejado de hablar hasta nuevo aviso, su amigo Segur había dudado de su amistad y se había largado sin despedirse, sin esperarle para hacer juntos el camino de vuelta. Por si fuera poco, un profesor le había amenazado con suspenderle una de sus asignaturas favoritas, Lengua y Literatura, sin más, sin examen, sin pruebas, sin nada. ¡¡¡Y todo por...