Apareció sin más… Recuerdo perfectamente aquel día. Estaba en su despacho porque Jeff me había pedido que, por favor, los ayudara. Al principio no me pareció una mala idea, pero eso fue porque no sabía quién era Sean Cote, el desconocido que esperaba a mi espalda sin yo saberlo.
Fue muy extraño. Mi cuerpo se paralizó, sentí un súbito calor que recorría cada centímetro de mi piel y, cuando me giré,...