El diablo quiso ser Dios, yo lo he conseguido
Si en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey, en este mundo de locos en el que vivimos, ¿no lo sería el psicópata? El deterioro de la moralidad de la gran ciudad, sus frías calles sin escrúpulos, la decrepitud de la humanidad, la falta de corazón, y Ánibas Raven, desnudo en la terraza de su ático, observa con asco a las hormigas que se hacen llamar...