"Gracias a una serie de perfiles de escritores inciertos, de escritores clandestinos, de escritores fantasma, de escritores que explotan a escritores, Afanador nos va haciendo entender que no hay un solo relato del mundo que no haya sido una colaboración: "No olvidemos que el gran Chéjov, su maestro, pagaba a sus amigos diez kopeks por anécdota y veinte por argumento", nos recuerda", Ricardo Silva...