El 31 de diciembre de 2008 mi madre murió de cáncer. Cuando murió, llevaba varios años ahorrando para comprarse un equipo nuevo de esquí. Con la primera paga de la jubilación iba a renovar todo su equipo. Pero justo al cumplir los sesenta y cinco se acabó lo que se daba. El día que la enterramos aprendí que el tópico es cierto: en esta vida estamos de paso.
Así que no iba a dejar para mañana todo...