Con un tono cáustico e irreverente, una mujer entrada en la tercera edad nos cuenta su vida desde un sótano de la ciudad de Reykjavik.
«Vivo sola en un garaje, y solo tengo a mano mi ordenador portátil y una vieja granada de mano... Hay pocas ventanas aquí, pero veo el mundo a través de la pantalla. Los e-mails van y vienen, mis viejos amigos de Facebook me siguen, como la vida misma, y yo no me p...
Con un tono cáustico e irreverente, una mujer entrada en la tercera edad nos cuenta su vida desde un sótano de la ciudad de Reykjavik.
«Vivo sola en un garaje, y solo tengo a mano mi ordenador portátil y una vieja granada de mano... Hay pocas ventanas aquí, pero veo el mundo a través de la pantalla. Los e-mails van y vienen, mis viejos amigos de Facebook me siguen, como la vida misma, y yo no me p...