Dos relatos sensacionales, en los que andamios y humedades se convierten en metáforas precisas de la vida en construcción, y subrayan la precaria estabilidad sobre la que se sostienen la identidad o el deseo.
«Hay una mancha de humedad en el techo del ático, frente al ventanal de acceso a la terraza». De este modo aséptico describe el aparejador en su informe las molestas goteras que turban la exi...
Dos relatos sensacionales, en los que andamios y humedades se convierten en metáforas precisas de la vida en construcción, y subrayan la precaria estabilidad sobre la que se sostienen la identidad o el deseo.
«Hay una mancha de humedad en el techo del ático, frente al ventanal de acceso a la terraza». De este modo aséptico describe el aparejador en su informe las molestas goteras que turban la exi...