Es más sencillo conferenciar lo que no has vivido, que enjuiciar los comentarios.
Tan dañina como una mentira premeditada, puede ser una verdad a medias.
Julio Robles, felizmente casado y padre de dos muchachas adolescentes a las que adoraba.
Él, que era un hombre tranquilo con una inteligencia bastante notable, escuchaba en silencio durante la habitual tertulia de la sobremesa de los días fes...
Es más sencillo conferenciar lo que no has vivido, que enjuiciar los comentarios.
Tan dañina como una mentira premeditada, puede ser una verdad a medias.
Julio Robles, felizmente casado y padre de dos muchachas adolescentes a las que adoraba.
Él, que era un hombre tranquilo con una inteligencia bastante notable, escuchaba en silencio durante la habitual tertulia de la sobremesa de los días fes...