Con una prosa incisiva, que combina humor y empatía, Nora de la Cruz devela el rostro menos romántico de la maternidad, y en Duerme, cicatriz muestra el carácter femenino en su momento más vulnerable.
Una tarde de sábado en casa de sus padres, el tiempo de pronto se detiene para Lina. Es esa sensación fugaz pero certera de que algo escapa de su entrepierna con velocidad y en el peor momento: eso s...