Dicen que hay que luchar por los sueños. Es un mal consejo. Más que nada porque los sueños suelen provenir de la mente, y la mente no es de fiar. Te puedes pasar años peleando por algo que tu mente se ha inventado. Cosas de lo más ridículo. Como ser astronauta o escritor, como que alguien te quiera, como saltar seis metros con una pértiga o como esperar que alguien lea esta sinopsis hasta el final...